En la Universidad de Harvard otro equipo de expertos en ciencia de materiales ha presentado una serie de nanoestructuras que repelen eficazmente el hielo, incluso a -30ºC. Estas se podrían aplicar en la pavimentación de las calles, así como en tejados y otros elemntos que acumulan nieve en invierno.
Por su parte, Mohamed Saafi, del Departamento de Construcción de la Universidad Estatal de Dakota del norte, ha creado unos nanosensores que, integrados en carreteras, edificios y puentes advierten si su estructura se debilita y se vuelve vulnerable a los terremotos. En este sentido, también se ha fabricado un nanopolímero que se entregra en los muros de las viviendas. Si estos se vieran afectados por un seísmo, el compuesto solidificaría y cubriría las grietas.
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