martes, 24 de mayo de 2011

Armadillo


Imagina por un momento un carro de combate dispuesto a transformarse en submarino o en destructor, y tendrás una idea de las hazañas de que es capaz el armadillo (Dasypus novemcinctus) o tatú de de nueve bandas. Procedente de México, este animal realizó, hace aproximadamente 120 años, un dilatado éxodo que le llevó hasta Texas y Louisiana, primero, y después a casi todos los territorios del sudeste de Estados Unidos. Es probable que la expansión de su población no se haya extendido más para el norte por la severidad del clima frío del invierno, para el que la especie no tiene una tolerancia fuerte y por otras razones no se han extendido para las zonas áridas como son las regiones desérticas de Nuevo México y otros estados del oeste.
El agua no le asusta, y jamás duda en atravesar un río o un arroyo: este animal es un todo terreno, de hecho es un buen nadador; en ocasiones, cuando este animal lo decide, lo que hace es contener la respiración y correr rápidamente por el fondo; si se trata de un río estrecho, lo atraviesa a gran velocidad; si se trata de un curso de agua más ancho, entonces llena de aire sus pulmones, intestinos y estómago y logra el mismo objetivo y por no tener mayor capacidad de mantener el aire dentro de su organismo no atraviesan grandes cuerpos de agua.
Su coraza, formada por placas óseas recubiertas de una piel de queratina curtida, protege la totalidad de su cuerpo, comprendiendo cabeza, parte posterior y lados de sus miembros. Estas nueve cinturas, que pueden llegar hasta doce de placas móviles, le han valido su nombre.
En el reino de los animales este animal es muy prudente: el armadillo tiene la habilidad de excavar ocho o diez madrigueras diferentes, a veces con una profundidad de tres o cuatro metros; se retira a uno u otro de estos abrigos de ello depende de sus desplazamientos para protegerse en caso de peligro o, simplemente, para dormir, cosa que hace gran parte del día. Cuando llega la noche, parte en busca de su alimento, siendo su preferido los insectos.
Por ser un animal espectacularmente blindado con esas características placas óseas que le cubren el cuerpo y que comprenden alrededor del 16 % del peso corporal, el armadillo de nueve bandas es un animal idóneo para pertenecer al mundo de los animales extraños.

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